Casos reales
Durante nuestros años de experiencia hemos sido testigos de innumerables situaciones, tanto dramáticas como chuscas o solo para aprender, las cuales les compartimos. En esta sección no se presentan nombres de persona ni empresas.
Se mojó con soda, y lo enjuagaron con agua
Hace alguna semanas nos visita un cliente con un disco duro al cual le cayó refresco de cola; sucede que derramaron el líqudo y éste cayó por diferentes lugares de la laptop, al grado que llegó hasta donde está el disco duro empapando sobre todo su tarjeta electrónica.
De inmediato sacaron el disco y vieron que estaba todo mojado, y lo primero que se le ocurrió al usuario fue "enjuagarlo" con agua limpia, hágame usted el favor!!
Lo llevó hasta un lavabo y ahí simple y sencillamente abrió la llave y se puso a enjuagarlo.
Sorprendidos le comentamos que eso era realmente destructivo, y respondió: "no se preocupe, lo sequé perfectamente bien", y cómo lo secó?! - le pregunté - y respondió: "con una secadora de pelo.
Obviamente después de secarlo lo intentó conectar a su equipo de nuevo y ya no encendió absolutamente nada.
Si su disco duro sufre por derrame de líquido, NO lo encienda!! Déjelo como está y si sus datos son importantes tráigalo con PC City. Debemos realizar una inspección minuciosa antes de volver a encender el disco, ya que si el líquido llega al interior aunque sea una minúscula gotita eso es suficiente para dañar las cabezas de lectura y probablemente sus datos de forma definitiva.
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De inmediato sacaron el disco y vieron que estaba todo mojado, y lo primero que se le ocurrió al usuario fue "enjuagarlo" con agua limpia, hágame usted el favor!!
Lo llevó hasta un lavabo y ahí simple y sencillamente abrió la llave y se puso a enjuagarlo.
Sorprendidos le comentamos que eso era realmente destructivo, y respondió: "no se preocupe, lo sequé perfectamente bien", y cómo lo secó?! - le pregunté - y respondió: "con una secadora de pelo.
Obviamente después de secarlo lo intentó conectar a su equipo de nuevo y ya no encendió absolutamente nada.
Si su disco duro sufre por derrame de líquido, NO lo encienda!! Déjelo como está y si sus datos son importantes tráigalo con PC City. Debemos realizar una inspección minuciosa antes de volver a encender el disco, ya que si el líquido llega al interior aunque sea una minúscula gotita eso es suficiente para dañar las cabezas de lectura y probablemente sus datos de forma definitiva.
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Formatear el disco y luego recuperar los datos - No lo permita!!
Hemos tenido numerosos casos donde el cliente menciona que llevó su disco con algún negocio o persona no especializado y le dijeron que tendrían que formatear su disco para luego ejecutar un software e intentar recuperar la información.
NO LO PERMITA!!
Este procedimiento es altamente destructivo ya que al desconocer el origen de la falla se están alterando adicionalente registros necesarios para recuperar la información de forma ordenada.
Si un disco duro presenta un síntoma común que es: "mensaje de error donde pide darle formato", no lo formatee!; es simplemente una reacción a un fallo interno que nos está diciendo que hay un problema.
NUNCA es ni será necesario formatear un disco duro para recuperar los datos, no existe razón para ello y por el contrario es motivo de complicar el fallo original.
Si alguien le dice que tiene que formatear su disco duro, cuidado!, mejor haga como en el comercial: "Aléjese de inmediato y cuénteselo a quién más confianza le tenga, y en PC City estamos para escucharlo. :)
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NO LO PERMITA!!
Este procedimiento es altamente destructivo ya que al desconocer el origen de la falla se están alterando adicionalente registros necesarios para recuperar la información de forma ordenada.
Si un disco duro presenta un síntoma común que es: "mensaje de error donde pide darle formato", no lo formatee!; es simplemente una reacción a un fallo interno que nos está diciendo que hay un problema.
NUNCA es ni será necesario formatear un disco duro para recuperar los datos, no existe razón para ello y por el contrario es motivo de complicar el fallo original.
Si alguien le dice que tiene que formatear su disco duro, cuidado!, mejor haga como en el comercial: "Aléjese de inmediato y cuénteselo a quién más confianza le tenga, y en PC City estamos para escucharlo. :)
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El disco se le cayó por las escaleras,,,, 2 veces!!
En cierta ocasión llegó un cliente a dejarnos un disco duro a revisión, el cual nos comentó que originalmente se le había caído al bajar las escaleras de su casa. Dijo que al salir a trabajar llevaba el disco bajo el brazo, y por accidente se le resbaló y la unidad "bajó" las escaleras, escalón por escalón, hasta llegar a la planta baja.
De inmediato el usuario se alarmó porque ahí llevaba parte de su trabajo del día además de muchos documentos guardados, y lo primero que hizo (lo cual es un error) fue conectarlo para ver si aún funcionaba. De inmediato se escuchó un zumbido que manifestaba un daño físico por lo cual el disco no lograba encender.
Pero esta no es la peor parte, sino ésto que el usuario pensó: "bueno, si al golpearse se dañó, tal vez si lo golpeo más o menos igual se pueda revertir el daño" (como que se imaginó aquellas películas de TinTan donde con un golpe se volvía loco y con otro igual se volvía cuerdo).
Cuando nos estaba platicando esto pensamos que era broma, pero no! Dijo que subió las escaleras de nuevo y se colocó lo más exacto posible en la posición desde donde el disco se le había caído, y desde ese punto lanzó de nuevo el disco, tratando de imitar el accidente y esperando que la unidad hechara las mismas maromas que habiía sufrido la primera vez que se le cayó.
Al llegar a la planta baja de nuevo corrió a conectarlo para ver si se había "compuesto", esperando un milagro, pero no se pudo, el daño seguía presente y mencionó que ahora se escuchaban algunas piezas sueltas. Fue entonces cuando decidió traernos el disco a servicio.
Si un disco duro sufre una caída, lo mejor es no encenderlo, y de hacerlo, apagarlo de inmediato ya que los discos tienen cierta tolerancia a los golpes, pero esta tolerancia es realmente baja. Además si se enciende corre riesgo de dañar la superficie de datos reduciendo la posibilidad de recuperarlos.
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De inmediato el usuario se alarmó porque ahí llevaba parte de su trabajo del día además de muchos documentos guardados, y lo primero que hizo (lo cual es un error) fue conectarlo para ver si aún funcionaba. De inmediato se escuchó un zumbido que manifestaba un daño físico por lo cual el disco no lograba encender.
Pero esta no es la peor parte, sino ésto que el usuario pensó: "bueno, si al golpearse se dañó, tal vez si lo golpeo más o menos igual se pueda revertir el daño" (como que se imaginó aquellas películas de TinTan donde con un golpe se volvía loco y con otro igual se volvía cuerdo).
Cuando nos estaba platicando esto pensamos que era broma, pero no! Dijo que subió las escaleras de nuevo y se colocó lo más exacto posible en la posición desde donde el disco se le había caído, y desde ese punto lanzó de nuevo el disco, tratando de imitar el accidente y esperando que la unidad hechara las mismas maromas que habiía sufrido la primera vez que se le cayó.
Al llegar a la planta baja de nuevo corrió a conectarlo para ver si se había "compuesto", esperando un milagro, pero no se pudo, el daño seguía presente y mencionó que ahora se escuchaban algunas piezas sueltas. Fue entonces cuando decidió traernos el disco a servicio.
Si un disco duro sufre una caída, lo mejor es no encenderlo, y de hacerlo, apagarlo de inmediato ya que los discos tienen cierta tolerancia a los golpes, pero esta tolerancia es realmente baja. Además si se enciende corre riesgo de dañar la superficie de datos reduciendo la posibilidad de recuperarlos.
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El amigo "experto en tecnología"
Muchos de los casos que recibimos vienen con la historia de "el amigo experto" que ayuda al amigo con sus problemas de tecnología.
En una ocasión un cliente nos trajo un disco para recuperar sus datos, sin embargo venía seriamente alterada la unidad en cuanto a su condición física. Se notaba que lo habían desarmado además de que presentaba señas de sellos rotos. Al recibirlo le hicimos esas observaciones al cliente a lo cual comentó que se lo había revisado un amigo de confianza pero que le dijo que NO tenía solución. Al final pudimos recuperar los datos después de superar varios problemas sobre todo por el daño que le causaron al abrirlo y degradar la condición interna de manera seria.
El cliente se sintió descepcionado de su amigo debido a que había estado a punto de deshechar el disco pensando que no había esperanzas, y después de varios meses llegó a nuestra empresa por una recomendación....afortunadamente para él.
A veces queremos ayudar sin darnos cuenta de que es al revés.
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En una ocasión un cliente nos trajo un disco para recuperar sus datos, sin embargo venía seriamente alterada la unidad en cuanto a su condición física. Se notaba que lo habían desarmado además de que presentaba señas de sellos rotos. Al recibirlo le hicimos esas observaciones al cliente a lo cual comentó que se lo había revisado un amigo de confianza pero que le dijo que NO tenía solución. Al final pudimos recuperar los datos después de superar varios problemas sobre todo por el daño que le causaron al abrirlo y degradar la condición interna de manera seria.
El cliente se sintió descepcionado de su amigo debido a que había estado a punto de deshechar el disco pensando que no había esperanzas, y después de varios meses llegó a nuestra empresa por una recomendación....afortunadamente para él.
A veces queremos ayudar sin darnos cuenta de que es al revés.
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Despedido por no respaldar
El dueño de X empresa había contratado a un ingeniero de sistemas para que le ayudara a administrar su red local, su sistema y todo lo relacionado a sus equipos de cómputo. La principal obligación que tenía este ingeniero de soporte era respaldar los datos al menos cada semana. Utilizaban un servidor con 4 discos duros los cuales estaban organizados para tolerar la falla hasta de dos discos en dado caso.
Resulta que el servidor falló un día de UN disco duro, y el ingeniero debió haber sustituído dicho disco para que siguieran existiendo 4 discos en total y así tener la mayor protección posible, pero NO lo hizo. Meses después falló un disco más, y entonces el servidor ya no pudo seguir funcionando. Estas fallas sucedieron en el lapso de un año.
Lo más grave fue que tampoco se habían estado realizando los respaldos de forma semanal, y de eso se dio cuenta el dueño hasta que vino, junto con su ingeniero, a traernos el servidor a recuperar sus datos, ya que en ese momento se lo tuvo que confesar al ver la gravedad del asunto.
No pueden imaginar la cara de sorpresa del empresario, casi se desmaya de la impresión, y le dijo: "y en un año no respaldaste nada??? entonces qué hacías cada semana cuando te quedabas hasta tarde, se supone que era para eso!!!" Y en ese momento le advirtió que tendría que pagar el daño de lo que había causado y que sería despedido por esa razón. Tuvimos que retirarnos un poco mientras terminaba tan penosa escena, al grado de pedirle al cliente que bajara la voz ya que incomodaba a otros clientes (y a nosotros también).
Sinceramente nos dio pena ajena, pero había mucha razón para tan tremenda reacción.
Cuando un cliente nos pregunta que cuál es la solución para evitar perder sus datos, simplemente le decimos: respaldar, respladar y respaldar. No hay otra.
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Resulta que el servidor falló un día de UN disco duro, y el ingeniero debió haber sustituído dicho disco para que siguieran existiendo 4 discos en total y así tener la mayor protección posible, pero NO lo hizo. Meses después falló un disco más, y entonces el servidor ya no pudo seguir funcionando. Estas fallas sucedieron en el lapso de un año.
Lo más grave fue que tampoco se habían estado realizando los respaldos de forma semanal, y de eso se dio cuenta el dueño hasta que vino, junto con su ingeniero, a traernos el servidor a recuperar sus datos, ya que en ese momento se lo tuvo que confesar al ver la gravedad del asunto.
No pueden imaginar la cara de sorpresa del empresario, casi se desmaya de la impresión, y le dijo: "y en un año no respaldaste nada??? entonces qué hacías cada semana cuando te quedabas hasta tarde, se supone que era para eso!!!" Y en ese momento le advirtió que tendría que pagar el daño de lo que había causado y que sería despedido por esa razón. Tuvimos que retirarnos un poco mientras terminaba tan penosa escena, al grado de pedirle al cliente que bajara la voz ya que incomodaba a otros clientes (y a nosotros también).
Sinceramente nos dio pena ajena, pero había mucha razón para tan tremenda reacción.
Cuando un cliente nos pregunta que cuál es la solución para evitar perder sus datos, simplemente le decimos: respaldar, respladar y respaldar. No hay otra.
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Un "Zape" al hijo desobediente
Lo que naturalmente se cumple en esta vida es el hecho de que los hijos llegan al punto de creer que saben más que los padres, y a lo mejor en algún momento sucede, pero la experiencia es un punto a favor de cualquier adulto sobre los jóvenes.
Llegaron el papá y su hijo a dejarnos un disco duro a revisión; el señor de casi 50 y el hijo como de 18 años. El señor platicó que había dejado el disco guardado por varios meses esperando a tener dinero para pedir el servicio, ya que sabía que mientras no lo usara podía traer el disco en cualquier momento.
Al recibirlo notamos tornillos barridos, la cubierta superior mal acomodada (signo de que lo habían abierto), y el sello de fábrica alterado. Se lo informamos para que estuviera consciente de la condición ya que podría ser factor crítico que impidiera la recuperación de los datos, dependiendo de lo que encontráramos durante la revisión.
El señor se mostró sorprendido, argumentando que el disco no había sido manipulado por nadie, y que su hijo había preguntado en su escuela si alguien podía ayudarle con el caso ya que estudiaba la carrera de sistemas, pero solo preguntó, y le respondimos que pues, indistintamente de eso, el disco presentaba alteraciones, y le mostramos un disco casi igual para que pudiera entender al compararlos.
Se quedó pensando y dijo, volteando a ver a su hijo: "qué raro, si el disco lo tenía guardado en mi recámara" -y sin dejar de ver al chamaco que ya se cargaba una cara de culpa que no podía con ella, le preguntó- "tú agarraste el disco???" - a lo que el muchacho nerviosamente contestó: "s.s.sí, me lo llevé a la escuela y un maestro me ayudó para ver si podíamos repararlo, pero no se pudo" -y de inmediato el señor aplicó tremendo zape a la cabeza del asustado chamaco que los pelos largos le quedaron de fleco por el impacto.
Sepan que hacía tiempo que no veía llorar a un joven de esa edad, pobre, entre el golpe y la verguenza no pudo evitarlo. Acto seguido el señor se disculpó, agarró el disco y a su hijo, y se retiró.
Qué nos cuesta dejar en manos de expertos casos como este, no vale la pena arriesgarse...
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Llegaron el papá y su hijo a dejarnos un disco duro a revisión; el señor de casi 50 y el hijo como de 18 años. El señor platicó que había dejado el disco guardado por varios meses esperando a tener dinero para pedir el servicio, ya que sabía que mientras no lo usara podía traer el disco en cualquier momento.
Al recibirlo notamos tornillos barridos, la cubierta superior mal acomodada (signo de que lo habían abierto), y el sello de fábrica alterado. Se lo informamos para que estuviera consciente de la condición ya que podría ser factor crítico que impidiera la recuperación de los datos, dependiendo de lo que encontráramos durante la revisión.
El señor se mostró sorprendido, argumentando que el disco no había sido manipulado por nadie, y que su hijo había preguntado en su escuela si alguien podía ayudarle con el caso ya que estudiaba la carrera de sistemas, pero solo preguntó, y le respondimos que pues, indistintamente de eso, el disco presentaba alteraciones, y le mostramos un disco casi igual para que pudiera entender al compararlos.
Se quedó pensando y dijo, volteando a ver a su hijo: "qué raro, si el disco lo tenía guardado en mi recámara" -y sin dejar de ver al chamaco que ya se cargaba una cara de culpa que no podía con ella, le preguntó- "tú agarraste el disco???" - a lo que el muchacho nerviosamente contestó: "s.s.sí, me lo llevé a la escuela y un maestro me ayudó para ver si podíamos repararlo, pero no se pudo" -y de inmediato el señor aplicó tremendo zape a la cabeza del asustado chamaco que los pelos largos le quedaron de fleco por el impacto.
Sepan que hacía tiempo que no veía llorar a un joven de esa edad, pobre, entre el golpe y la verguenza no pudo evitarlo. Acto seguido el señor se disculpó, agarró el disco y a su hijo, y se retiró.
Qué nos cuesta dejar en manos de expertos casos como este, no vale la pena arriesgarse...
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